Ansiedad estres
La ansiedad es un fenomeno físico, conductual y mental real.
El miedo, es una emoción básica del ser humano, que le permite reaccionar rápidamente ante situaciones de peligro. El miedo, se vive como una experiencia repentina, con inminencia de catástrofe, en la cual se desencadenan los mecanismos de auto-protección que nos preparan para la huida de la situación. Los sintomas de la ansiedad, que son fisiológicos y de auto-protección, como la aceleración repentina del volumen y velocidad del ritmo cardíaco (se siente el corazón latir muy fuerte), respiración rápida, sudoración, temblores, etc., establecen las condiciones para que podamos hacer el esfuerzo físico de correr y ponernos a buen resguardo.
Por lo anterior, este mecanismo que nos prepara para protegernos como especie, estará en nosotros, y lo necesitamos para sobrevivir. Este mecanismo del miedo, está presente en la "ansiedad", sin embargo, obedece en ésta, más a los pensamientos que la persona ha construido acerca de su realidad. Es decir, aunque no esté presente un peligro real, que ponga en riesgo la vida de la persona o de los que ama, la persona piensa, cree, siente, que sí lo puede haber (ej. subirse a un bus, con la idea de que puede chocar en cualquier momento). Ahora bien, este mecanismo psicológico de la anticipación, está al servicio de prevenir situaciones que representan un potencial peligro real para la persona, por lo que la aprehensión natural que tenemos a la protección permanecerá, porque como dije, es parte de nuestra herencia. Por esto se dice, que lo ideal, es trabajar para que la ansiedad vuelva a sus ritmos aceptables, y no sea una limitación en la vida de la persona o las que viven con ella.
Las personas generalmente, se habitúan a vivir con la ansiedad, por esto, se vuelve como una especie de "telón de fondo" de la vida emocional y por lo mismo, muchas de ellas descubren que al realizar ciertas conductas (comer, fumar, ingerir alcohol, y muchas otras), se sienten más tranquilas y pueden tener una especie de "respiro" momentáneo a su intranquilidad habitual. Esto podría explicar por ejemplo, el inicio de las adicciones.
La Ansiedad y el stress son experimentados en diversos grados por las personas, llegando en algunos casos a ser una limitación importante para el desarrollo y la realización personal, teniendo un impacto decisivo en el potencial de cada persona para llevar una vida normal, y enfrentar metas y desafíos personales. La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser efectiva para el tratamiento de la ansiedad.
El miedo, es una emoción básica del ser humano, que le permite reaccionar rápidamente ante situaciones de peligro. El miedo, se vive como una experiencia repentina, con inminencia de catástrofe, en la cual se desencadenan los mecanismos de auto-protección que nos preparan para la huida de la situación. Los sintomas de la ansiedad, que son fisiológicos y de auto-protección, como la aceleración repentina del volumen y velocidad del ritmo cardíaco (se siente el corazón latir muy fuerte), respiración rápida, sudoración, temblores, etc., establecen las condiciones para que podamos hacer el esfuerzo físico de correr y ponernos a buen resguardo.
Por lo anterior, este mecanismo que nos prepara para protegernos como especie, estará en nosotros, y lo necesitamos para sobrevivir. Este mecanismo del miedo, está presente en la "ansiedad", sin embargo, obedece en ésta, más a los pensamientos que la persona ha construido acerca de su realidad. Es decir, aunque no esté presente un peligro real, que ponga en riesgo la vida de la persona o de los que ama, la persona piensa, cree, siente, que sí lo puede haber (ej. subirse a un bus, con la idea de que puede chocar en cualquier momento). Ahora bien, este mecanismo psicológico de la anticipación, está al servicio de prevenir situaciones que representan un potencial peligro real para la persona, por lo que la aprehensión natural que tenemos a la protección permanecerá, porque como dije, es parte de nuestra herencia. Por esto se dice, que lo ideal, es trabajar para que la ansiedad vuelva a sus ritmos aceptables, y no sea una limitación en la vida de la persona o las que viven con ella.
Las personas generalmente, se habitúan a vivir con la ansiedad, por esto, se vuelve como una especie de "telón de fondo" de la vida emocional y por lo mismo, muchas de ellas descubren que al realizar ciertas conductas (comer, fumar, ingerir alcohol, y muchas otras), se sienten más tranquilas y pueden tener una especie de "respiro" momentáneo a su intranquilidad habitual. Esto podría explicar por ejemplo, el inicio de las adicciones.
La Ansiedad y el stress son experimentados en diversos grados por las personas, llegando en algunos casos a ser una limitación importante para el desarrollo y la realización personal, teniendo un impacto decisivo en el potencial de cada persona para llevar una vida normal, y enfrentar metas y desafíos personales. La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser efectiva para el tratamiento de la ansiedad.
Sintomas Ansiedad
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Sintomas de la Ansiedad:
La ansiedad, cuando llega a experimentarse de esta forma, y permanece en el tiempo, usualmente se acompaña de formas de pensamiento distorsionadas, habitualmente en la forma de ideas negativas y/o catastróficas, o de lo que se llama "rumiación", que es el análisis del pasado, con componentes auto culpógenos. Generalmente, no somos conscientes de estas formas de pensamiento, las que con el tiempo, van haciéndose automáticos. La forma habitual de darnos cuenta de nuestra ansiedad es a través de los síntomas físicos, que se hacen notorios probablemente cuando el nivel de ansiedad es alto. La ansiedad tiene distintos grados y manifestaciones en la vida cotidiana de las personas. Se puede vivenciar desde una leve y constante preocupación sobre distintos eventos, presentes, pasados y futuros de carácter negativo, hasta crisis que irrumpen como un malestar tan intenso, como las llamadas crisis de pánico. En esta situación, los ritmos corporales alterados irrumpen en cualquier momento, y las personas habitualmente acuden a las urgencias, convencidas de que les sucede algo grave, y temen estarse muriendo. La ansiedad es uno de los síntomas que acompañan a muchos trastornos psicológicos, como las fobias, el trastorno obsesivo compulsivo, los miedos, y es frecuente identificarla en la mayoría de los motivos de consulta. |
La ansiedad es el subproducto o resultado de pensamientos distorsionados sobre:
1. Sí mismo, que pueden por ejemplo invisibilizar ante sí los rasgos o características personales que destacan o reconocen un talento, o habilidad; identifican los aspectos o situaciones agradables.
2. Los demás; la persona puede estar primariamente, convencida de que es inferior a todos los demás, tendiendo a identificar o a considerar y percibirlos de tal manera que los percibe como personas perfectas, incapaces de tener defectos o fallas, o sea, en forma exageradamente y valorativamente positiva. Tiende a mirar a los demás como figuras de autoridad, perfectos, capaces de hacerlo todo y de lograr todo, por lo que fácilmente adopta una conducta sumisa, y dependiente con las personas que representan para ella, esa autoridad.
3. La forma en que se explica las razones de la conducta de los demás: imagina muchas más veces que otros, que la cara seria de otra persona, indica su rechazo. Es una forma beninga de pensamiento confabulativo.
1. Sí mismo, que pueden por ejemplo invisibilizar ante sí los rasgos o características personales que destacan o reconocen un talento, o habilidad; identifican los aspectos o situaciones agradables.
2. Los demás; la persona puede estar primariamente, convencida de que es inferior a todos los demás, tendiendo a identificar o a considerar y percibirlos de tal manera que los percibe como personas perfectas, incapaces de tener defectos o fallas, o sea, en forma exageradamente y valorativamente positiva. Tiende a mirar a los demás como figuras de autoridad, perfectos, capaces de hacerlo todo y de lograr todo, por lo que fácilmente adopta una conducta sumisa, y dependiente con las personas que representan para ella, esa autoridad.
3. La forma en que se explica las razones de la conducta de los demás: imagina muchas más veces que otros, que la cara seria de otra persona, indica su rechazo. Es una forma beninga de pensamiento confabulativo.
La Postergación Ansiosa
Las personas que refieren ansiedad, con frecuencia refieren también postergar asuntos pendientes, ya sea dejándolos para el último minuto, o simplemente no realizándolos. Los pensamientos predominantes en esta situación, contienen el miedo al fracaso y el miedo a no ser capaces de realizar en forma idónea la tarea por hacer.
Ya que la autovaloración tiende a los aspectos negativos, la respuesta habitual a esta forma de percepción de si mosco/a, es la ansiedad, ya que la persona, mantiene dudas crónicas sobre su capacidad y sus habilidades. Una consecuencia de esta forma de funcionar, es la postergación del inicio y completación de diversas tareas y actividades de la vida cotidiana, especialmente en las que la persona pone en duda su capacidad (ej. Estudio, preparación de trabajos, etc.), las que cree que son muy complicadas. Habitualmente la persona posterga, o pospone la realización, ya que no puede visualizar la elaboración de un plan de abordaje del desafío en cuestión, o se dice a si misma que la tarea es tan fácil, que la puede resolver un tiempo corto antes del evento.
Podemos ver que las personas en esta situación, parecen absortas en realizar otras actividades que “inconscientemente” etiquetan como “prioritarias”, evitando el así, comenzar la actividad en cuestión (procrastinación). De esta forma, la postergación ansiosa implica concretamente, dedicar considerable menos tiempo a la actividad requerida, encontrándose habitualmente la persona con resultados insatisfactorios.
Con frecuencia la persona, atribuye el fracaso a una falla en sí misma, o a su falta de capacidad, cuando en realidad los resultados obtenidos, se relacionaron con haber postergado la tarea y sin poner a funcionar todos los factores que harían más posible el éxito (tiempo, concentración, materiales, tiempo para pensar y crear, motivación, espacio, etc). Mariana Searle
Las personas que refieren ansiedad, con frecuencia refieren también postergar asuntos pendientes, ya sea dejándolos para el último minuto, o simplemente no realizándolos. Los pensamientos predominantes en esta situación, contienen el miedo al fracaso y el miedo a no ser capaces de realizar en forma idónea la tarea por hacer.
Ya que la autovaloración tiende a los aspectos negativos, la respuesta habitual a esta forma de percepción de si mosco/a, es la ansiedad, ya que la persona, mantiene dudas crónicas sobre su capacidad y sus habilidades. Una consecuencia de esta forma de funcionar, es la postergación del inicio y completación de diversas tareas y actividades de la vida cotidiana, especialmente en las que la persona pone en duda su capacidad (ej. Estudio, preparación de trabajos, etc.), las que cree que son muy complicadas. Habitualmente la persona posterga, o pospone la realización, ya que no puede visualizar la elaboración de un plan de abordaje del desafío en cuestión, o se dice a si misma que la tarea es tan fácil, que la puede resolver un tiempo corto antes del evento.
Podemos ver que las personas en esta situación, parecen absortas en realizar otras actividades que “inconscientemente” etiquetan como “prioritarias”, evitando el así, comenzar la actividad en cuestión (procrastinación). De esta forma, la postergación ansiosa implica concretamente, dedicar considerable menos tiempo a la actividad requerida, encontrándose habitualmente la persona con resultados insatisfactorios.
Con frecuencia la persona, atribuye el fracaso a una falla en sí misma, o a su falta de capacidad, cuando en realidad los resultados obtenidos, se relacionaron con haber postergado la tarea y sin poner a funcionar todos los factores que harían más posible el éxito (tiempo, concentración, materiales, tiempo para pensar y crear, motivación, espacio, etc). Mariana Searle
Ansiedad
Es el ensayo de pensamientos repetitivos acerca de eventos futuros catastróficos. Se compone de una multiplicidad de pensamientos, algunos más conscientes que otros, sobre eventos futuros, los resultados de eventos pasados, dudas sobre la propia capacidad,
Tiene directa relación con el contenido del pensamiento:
1. Ideas basadas en “observaciones” o descripciones o calibraciones acerca de la realidad basadas en evidencia concreta. Estas ideas en general están asociadas a bajo arousal físico de la respuesta de temor o miedo. Son referidas a la realidad.
2. Ideas catastróficas: son ideas basadas en la anticipación de resultados negativos, de que las cosas pueden salir mal, o que no se tiene la capacidad para realizar exitosamente ciertas tareas. Las ideas catastróficas están asociadas al miedo, por lo tanto, el nivel de arousal físico aumenta, en el mismo grado en el que se estuviera enfrentando la experiencia de miedo directamente y presencialmente. De esta forma, depende de la “cantidad” de ideas catastróficas, la “cantidad” y el nivel de ansiedad que la persona puede experimentar. En realidad, los pensamientos catastróficos, permiten “ensayar” la ansiedad constantemente, experimentando la ocurrencia de esa catástrofe anticipada.
3. La persona en general vivencia emocional y racionalmente (o irracionalmente). los pensamientos catastróficos como si fueran parte concreta de la realidad inmediata. En este sentido es un ensayo “ficticio” del miedo, ya que la situación que se teme como catástrofe no está presente en el momento actual.
4. En casos de estructura de pensamiento con un mayor componente “obsesivo”, como la persistencia, la dificultad para generar ideas, visiones o hipótesis alternativas sobre la anticipación de resultados, los pensamientos repetitivos pueden llegar a conformar una fobia.
5. Miedos Universales:
a. Miedo a la homosexualidad (creado, enseñado)
b. Miedo a la enfermedad (real)
c. Miedo a la contaminación (asociado a la enfermedad)
d. Miedo a la mala muerte
e. Miedo a la muerte
f. Miedo a la felicidad
Cuando la estructura mental es obsesiva, cada miedo universal recibirá un trato obsesivo, por lo que por ejemplo, una persona con una fobia a la contaminación puede temer contagio secundario (de un tercero)
También las personas pueden temer que los pensamientos de otras personas alteren su estructura rígida. Puede existir una fobia a toda idea de otra persona.
La oposición es muy parecida a este tipo de fobia, en la que por ejemplo, las indicaciones de otras personas entran en conflicto con una estructura mental “rígida”, que no puede Flexibilizarse para incorporar nuevas ideas.
6. Ansiedad y pensamientos repetitivos de autodepreciación
a. En general, como tiende a pasar con los pensamientos catastróficos, que no están basados en amenazas reales e inmediatas, las personas orientan su atención ideacional hacia las frases autodepreciatorias o hipótesis negativas acerca de sí mismos, que además son repetitivas. De esta forma, la “evidencia” conductual, que tiene una persona acerca de su rendimiento o eficacia para obtener logros, o reconocer sus avances es aparentemente nula. La persona, aunque tenga grandes éxitos, esta evidencia queda de inmediato descartada como no importante, para luego volver a fijar la atención hacia los aspectos negativos de sí mismo/a. Sin embargo, cuando el comentario negativo, es realizado por una persona externa, esta evidencia es recibida como una confirmación de lo temido acerca de sí mismo, por lo que entra en conflicto con las propias ideas rígidas. Es distinto cuando la Ho negativa es declarada por una persona externa. Genera rechazo y deseo de desconfirmación.
b. Debido a que esta evidencia negativa (dada por las frases o ideas negativas acerca de sí mismo) es preponderante, es decir es propia y personal de cada uno, las definiciones dadas por otros, siempre entrarán al análisis o al filtro de significados que tiene cada persona, por lo que serán rechazadas, puestas en duda, descalificadas. Por ejemplo, si una persona piensa negativamente acerca de sí misma, descartará los comentarios positivos. Al revés, si tiene “inflada” su percepción de eficacia, será resistente a la retroalimentación correctiva o negativa.
c. Los comentarios negativos acerca del propio cuerpo, son la base de una visión defectuosa de sí mismo/a (“siento que no soy tan buena”, “soy una aberración”, “Van a descubrir lo mala o ineficiente que soy”)
d. Cada persona tiene la necesidad de autoconfirmarse y definirse por sí misma.
7. El pensamiento repetitivo u obsesivo, se refiere a un pensamiento “imaginario” o “fantasioso”, mientras menos rígida sea la estructura, más conciencia tendrá la persona sobre lo dudoso de las hipótesis negativas acerca de sí mismo, por lo que las definiciones negativas entregadas por los demás, entran en conflicto con esta duda esencial.
8. Las personas con pensamientos negativos repetitivos acerca de sí mismos, tienden a perpetuar las dudas sobre su capacidad. Se les hace mucho más difícil disfrutar de sus éxitos, porque no los incorporan como evidencia acerca de su realidad.
9. Las personas llamadas “autoexigentes”, mantienen altos niveles de ansiedad, o sea podemos hipotetizar que mantienen un alto nivel de desconsideración sobre sus logros, y no están nunca satisfechos, porque son ciegos a disfrutar e incorporar sus éxitos en la percepción general de sí mismos.
10. En general, las estrategias para manejar los pensamientos, se encuentran limitadas por la rigidez repetitiva, por lo que las personas tienen dificultades para:
a. Identificar las hipótesis catastróficas
b. Evaluar las hipótesis catastróficas
c. Rebatir las hipótesis catastróficas
d. Elaborar hipótesis alternativas
e. Identificar los tipos de pensamientos
f. Identificar la cantidad de este tipo de pensamientos en el contexto general del evento continuo de las ideas durante el día.
Tiene directa relación con el contenido del pensamiento:
1. Ideas basadas en “observaciones” o descripciones o calibraciones acerca de la realidad basadas en evidencia concreta. Estas ideas en general están asociadas a bajo arousal físico de la respuesta de temor o miedo. Son referidas a la realidad.
2. Ideas catastróficas: son ideas basadas en la anticipación de resultados negativos, de que las cosas pueden salir mal, o que no se tiene la capacidad para realizar exitosamente ciertas tareas. Las ideas catastróficas están asociadas al miedo, por lo tanto, el nivel de arousal físico aumenta, en el mismo grado en el que se estuviera enfrentando la experiencia de miedo directamente y presencialmente. De esta forma, depende de la “cantidad” de ideas catastróficas, la “cantidad” y el nivel de ansiedad que la persona puede experimentar. En realidad, los pensamientos catastróficos, permiten “ensayar” la ansiedad constantemente, experimentando la ocurrencia de esa catástrofe anticipada.
3. La persona en general vivencia emocional y racionalmente (o irracionalmente). los pensamientos catastróficos como si fueran parte concreta de la realidad inmediata. En este sentido es un ensayo “ficticio” del miedo, ya que la situación que se teme como catástrofe no está presente en el momento actual.
4. En casos de estructura de pensamiento con un mayor componente “obsesivo”, como la persistencia, la dificultad para generar ideas, visiones o hipótesis alternativas sobre la anticipación de resultados, los pensamientos repetitivos pueden llegar a conformar una fobia.
5. Miedos Universales:
a. Miedo a la homosexualidad (creado, enseñado)
b. Miedo a la enfermedad (real)
c. Miedo a la contaminación (asociado a la enfermedad)
d. Miedo a la mala muerte
e. Miedo a la muerte
f. Miedo a la felicidad
Cuando la estructura mental es obsesiva, cada miedo universal recibirá un trato obsesivo, por lo que por ejemplo, una persona con una fobia a la contaminación puede temer contagio secundario (de un tercero)
También las personas pueden temer que los pensamientos de otras personas alteren su estructura rígida. Puede existir una fobia a toda idea de otra persona.
La oposición es muy parecida a este tipo de fobia, en la que por ejemplo, las indicaciones de otras personas entran en conflicto con una estructura mental “rígida”, que no puede Flexibilizarse para incorporar nuevas ideas.
6. Ansiedad y pensamientos repetitivos de autodepreciación
a. En general, como tiende a pasar con los pensamientos catastróficos, que no están basados en amenazas reales e inmediatas, las personas orientan su atención ideacional hacia las frases autodepreciatorias o hipótesis negativas acerca de sí mismos, que además son repetitivas. De esta forma, la “evidencia” conductual, que tiene una persona acerca de su rendimiento o eficacia para obtener logros, o reconocer sus avances es aparentemente nula. La persona, aunque tenga grandes éxitos, esta evidencia queda de inmediato descartada como no importante, para luego volver a fijar la atención hacia los aspectos negativos de sí mismo/a. Sin embargo, cuando el comentario negativo, es realizado por una persona externa, esta evidencia es recibida como una confirmación de lo temido acerca de sí mismo, por lo que entra en conflicto con las propias ideas rígidas. Es distinto cuando la Ho negativa es declarada por una persona externa. Genera rechazo y deseo de desconfirmación.
b. Debido a que esta evidencia negativa (dada por las frases o ideas negativas acerca de sí mismo) es preponderante, es decir es propia y personal de cada uno, las definiciones dadas por otros, siempre entrarán al análisis o al filtro de significados que tiene cada persona, por lo que serán rechazadas, puestas en duda, descalificadas. Por ejemplo, si una persona piensa negativamente acerca de sí misma, descartará los comentarios positivos. Al revés, si tiene “inflada” su percepción de eficacia, será resistente a la retroalimentación correctiva o negativa.
c. Los comentarios negativos acerca del propio cuerpo, son la base de una visión defectuosa de sí mismo/a (“siento que no soy tan buena”, “soy una aberración”, “Van a descubrir lo mala o ineficiente que soy”)
d. Cada persona tiene la necesidad de autoconfirmarse y definirse por sí misma.
7. El pensamiento repetitivo u obsesivo, se refiere a un pensamiento “imaginario” o “fantasioso”, mientras menos rígida sea la estructura, más conciencia tendrá la persona sobre lo dudoso de las hipótesis negativas acerca de sí mismo, por lo que las definiciones negativas entregadas por los demás, entran en conflicto con esta duda esencial.
8. Las personas con pensamientos negativos repetitivos acerca de sí mismos, tienden a perpetuar las dudas sobre su capacidad. Se les hace mucho más difícil disfrutar de sus éxitos, porque no los incorporan como evidencia acerca de su realidad.
9. Las personas llamadas “autoexigentes”, mantienen altos niveles de ansiedad, o sea podemos hipotetizar que mantienen un alto nivel de desconsideración sobre sus logros, y no están nunca satisfechos, porque son ciegos a disfrutar e incorporar sus éxitos en la percepción general de sí mismos.
10. En general, las estrategias para manejar los pensamientos, se encuentran limitadas por la rigidez repetitiva, por lo que las personas tienen dificultades para:
a. Identificar las hipótesis catastróficas
b. Evaluar las hipótesis catastróficas
c. Rebatir las hipótesis catastróficas
d. Elaborar hipótesis alternativas
e. Identificar los tipos de pensamientos
f. Identificar la cantidad de este tipo de pensamientos en el contexto general del evento continuo de las ideas durante el día.
Ansiedad y Adicciones:
La ansiedad, es un fenómeno psicológico real, en el que las personas describen sentir subjetivamente intranquilidad (sensación de calor y opresión en el pecho, aceleración del pulso, insomnio, entre otras), inquietud, temor, angustia frente a situaciones, imaginaciones o recuerdos. Si usáramos una metáfora para describirla, podríamos decir que la ansiedad se instala silenciosamente en nuestra psique, como el agua que va llenando todos los espacios en un laberinto.
Pasa a formar parte del laberinto de tal forma, que en el tiempo, no podemos diferenciar el agua del laberinto, cuando aquélla, lo cubre todo. De esta forma, “aprendemos” a vivir, sintiendo y pensando constantemente en forma ansiosa, sin darnos cuenta de ello. La ansiedad, contiene la emoción del miedo, imágenes y pensamientos sobre situaciones vividas y por vivir. Se manifiesta en expectación ansiosa, que quiere decir, que por ejemplo, cuando pensamos en un evento futuro, imaginamos la ocurrencia de situaciones con resultados catastróficos. Habitualmente, no estamos conscientes de nuestra ansiedad. Simplemente la experimentamos, y desesperada e inconscientemente buscamos formas de evitarla. Este mecanismo explica en gran parte el inicio de las adicciones. Nos hacemos “adictos” a aquellas experiencias que nos sacan de las vivencias ansiosas, porque creímos descubrir "la forma" de volver a conseguir ese estado de tranquilidad, aunque sea aparente y temporal. Por esta razón, las adicciones pueden entenderse como conductas de evitación, que se nos vuelven tan habituales, atractivas y razonables, porque nos sentimos bien, cuando las hacemos: “Me siento bien cuando…, me tranquiliza cuando…” . Las conductas adictivas, nos ayudan momentáneamente a evitar o a quitar la ansiedad, sin embargo, no nos ayudan a entenderla, combatirla, y aprender a manejarla conscientemente.
La ansiedad, es un fenómeno psicológico real, en el que las personas describen sentir subjetivamente intranquilidad (sensación de calor y opresión en el pecho, aceleración del pulso, insomnio, entre otras), inquietud, temor, angustia frente a situaciones, imaginaciones o recuerdos. Si usáramos una metáfora para describirla, podríamos decir que la ansiedad se instala silenciosamente en nuestra psique, como el agua que va llenando todos los espacios en un laberinto.
Pasa a formar parte del laberinto de tal forma, que en el tiempo, no podemos diferenciar el agua del laberinto, cuando aquélla, lo cubre todo. De esta forma, “aprendemos” a vivir, sintiendo y pensando constantemente en forma ansiosa, sin darnos cuenta de ello. La ansiedad, contiene la emoción del miedo, imágenes y pensamientos sobre situaciones vividas y por vivir. Se manifiesta en expectación ansiosa, que quiere decir, que por ejemplo, cuando pensamos en un evento futuro, imaginamos la ocurrencia de situaciones con resultados catastróficos. Habitualmente, no estamos conscientes de nuestra ansiedad. Simplemente la experimentamos, y desesperada e inconscientemente buscamos formas de evitarla. Este mecanismo explica en gran parte el inicio de las adicciones. Nos hacemos “adictos” a aquellas experiencias que nos sacan de las vivencias ansiosas, porque creímos descubrir "la forma" de volver a conseguir ese estado de tranquilidad, aunque sea aparente y temporal. Por esta razón, las adicciones pueden entenderse como conductas de evitación, que se nos vuelven tan habituales, atractivas y razonables, porque nos sentimos bien, cuando las hacemos: “Me siento bien cuando…, me tranquiliza cuando…” . Las conductas adictivas, nos ayudan momentáneamente a evitar o a quitar la ansiedad, sin embargo, no nos ayudan a entenderla, combatirla, y aprender a manejarla conscientemente.
Ansiedad y Autodepreciación
Las personas que sufren de ansiedad, en general asumen una visión disminuida de sí mismas, aunque hayan logrado excelencia en uno o varios ámbitos de su vida. De alguna manera, sus éxitos, van quedando fuera del conocimiento y reconocimiento consciente de sí mismas. Suelen habitualmente pensar que sus capacidades son menores a todo el resto de las personas. Es decir, frecuentemente piensa en forma automática e incuestionada que es menos que todos los demás al menos en alguna característica. Puede incluso sentirse disminuida frente a personas menores que ella, o claramente menor preparadas, a las que sin embargo les atribuye rasgos superiores a sí misma. El rasgo que sobreestiman habitualmente en los demás, es la capacidad o facultad de éstos para evaluar su rendimiento o su capacidad. Por ejemplo, puede salir a la calle y asumir que las personas que van por la calle, la estarán observando y juzgando su apariencia, o lo que está haciendo y con quién anda. También es común que además asuma una evaluación negativa por parte de los demás. Por ejemplo, si está
La persona con ansiedad conocimiento consciente de su capacidad para resolver problemas, vive convencido/a de que no es capaz. Suele suceder que ocasionalmente (o puede ser que gocen de una inteligencia muy creativa para resolver situaciones de último minuto), demuestran una capacidad resolutiva y brillantemente resuelven situaciones, las que son formidablemente reconocidas por otros. La persona con ansiedad, al no poder dimensionar la capacidad de su inteligencia: su conclusión es siempre negativa, es decir, siempre se piensa y siente con limitaciones en su inteligencia. Siempre es menos que todos en algo. Aún cuando otros reconocen abiertamente su talento, ellos no lo pueden ver en su penamiento, ya que no existe tal figura. Literalmente, lo niegan frente a sus propios ojos.
Las personas que sufren de ansiedad, en general asumen una visión disminuida de sí mismas, aunque hayan logrado excelencia en uno o varios ámbitos de su vida. De alguna manera, sus éxitos, van quedando fuera del conocimiento y reconocimiento consciente de sí mismas. Suelen habitualmente pensar que sus capacidades son menores a todo el resto de las personas. Es decir, frecuentemente piensa en forma automática e incuestionada que es menos que todos los demás al menos en alguna característica. Puede incluso sentirse disminuida frente a personas menores que ella, o claramente menor preparadas, a las que sin embargo les atribuye rasgos superiores a sí misma. El rasgo que sobreestiman habitualmente en los demás, es la capacidad o facultad de éstos para evaluar su rendimiento o su capacidad. Por ejemplo, puede salir a la calle y asumir que las personas que van por la calle, la estarán observando y juzgando su apariencia, o lo que está haciendo y con quién anda. También es común que además asuma una evaluación negativa por parte de los demás. Por ejemplo, si está
La persona con ansiedad conocimiento consciente de su capacidad para resolver problemas, vive convencido/a de que no es capaz. Suele suceder que ocasionalmente (o puede ser que gocen de una inteligencia muy creativa para resolver situaciones de último minuto), demuestran una capacidad resolutiva y brillantemente resuelven situaciones, las que son formidablemente reconocidas por otros. La persona con ansiedad, al no poder dimensionar la capacidad de su inteligencia: su conclusión es siempre negativa, es decir, siempre se piensa y siente con limitaciones en su inteligencia. Siempre es menos que todos en algo. Aún cuando otros reconocen abiertamente su talento, ellos no lo pueden ver en su penamiento, ya que no existe tal figura. Literalmente, lo niegan frente a sus propios ojos.
Ansiedad y “Flojera”
Las personas ansiosas, postergan la realización de las actividades, para las cuales se creen sin capacidad. Es común en nuestro medio habitual, observar que muchas personas dejan las cosas para última hora. Conocido es el caso del estudio académico y de la realización de actividades supuestamente planificadas con anticipación: nos ponemos de acuerdo con otros, o nos comprometemos a entregar, o devolver algo, sin embargo, típicamente lo dejamos para, literalmente la última hora. La concreción de la tarea, queda en una especie de limbo indefinido de nuestro “espacio mental”, para el cual no se calcula qué necesidad de inversión de tiempo requiere. Y aunque es infrecuente, algunas veces, la persona postergadora ansiosa, suele tener “golpes suerte” en los que le fue bien con una improvisación de último minuto, por lo que este “éxito” lo asume como una forma adecuada de resolver los deberes o compromisos futuros.
La postergación en cada persona, ocurre habitualmente, en diversos grados, es decir, existe un máximo y un mínimo de plazo con el cual se posterga, sin embargo en los casos más extremos, estas personas realizan casi siempre las actividades justo en la fecha de vencimiento de plazos o de entrega. En las personas postergadoras extremas, existe una especie creencia subliminal de fatalidad, o percepción de imposibilidad de organizar su tiempo con tiempo, valga la redundancia, y ejecutar una tarea o actividad en forma organizada y planificada. Simplemente es casi tabú para él/ella, terminar antes de los plazos y disfrutar el resto de su tiempo libre, con la satisfacción de la “tarea cumplida”. La persona postergadora, al dejar para última hora, se encadena sin saber, en un aprendizaje fatalista con respecto a su auto-eficacia y perpetúa una autoimagen disminuida de si misma. A última hora, los resultados son mediocres, y aunque y el/ella inconscientemente lo sabe, en una especie de sino eterno, continuará realizando automáticamente las cosas de esa manera y comenzará a tener bajas expectativas de sus capacidades.
La persona postergadora, habitualmente completa lo pedido, sin embargo, en su percepción interna, piensa que todo anda bien, aunque de vez en cuando se cuestiona el porqué no le resultan tan bien las cosas. De esta forma, no tiene real conciencia del mecanismo en que está involucrado/a y no alcanza a darse cuenta de que en realidad en algunos puntos importantes para el éxito de sus acciones, está fallando. Así, no utiliza todos los recursos que tiene a la mano en forma óptima, para hacer la tarea dentro de estándares aceptables, o de adecuada excelencia, de modo que termina cumpliendo, aunque sea con bajos estándares de calidad y generalmente, con bajo nivel de éxito. En general, todas las personas postergamos asuntos para los cuales, nos creemos incapaces, o sentimos algún grado de inseguridad para su realización. En cierta forma, la persona postergadora quiere avanzar, sin embargo no sabe que su forma de hacer las cosas es inefectiva. Habitualmente se le llama flojo/a, a la persona que posterga. Lo importante, es entender que es un mecanismo psicológico determinante en la realización de nuestros proyectos. Es posible identificar las formas en que cada uno posterga, especialmente en los asuntos que limitan nuestro avance personal en las metas y sueños deseados. Se puede descubrir las causas de la postergación, aprender estrategias para revertirla, y continuar más activos y satisfechos con nuestro trazado de vida.
Todas las personas tenemos distintos grados de ansiedad, dependiendo de las herramientas cognitivas que hayamos podido desarrollar a través de la experiencia, para manejarla. no sabe o no puede leer sus emociones en el momento en el que están sucediendo, pueden estar opacadas o cubiertas por el miedo. Si alguien la maltrata, no puede responder a la rabia, porque no la ve en el momento. La rabia no puede ser leída en el preciso instante, para poder defenderse. Sigue callando el abuso. Reacciona tarde, y se lo guarda. Por eso acumula auto-depreciación, la rabia que le dice: tonta y no hiciste nada para salvarte. Eres muy re tonta. Le pasa a muchísimas personas. La rabia es la reacción instintiva de defensa, para preservar el ser de desaparecer. Tiene toda su razón de ser. La cultura totalitaria, obliga a callar, para poder dominar. Todos hemos intentado de ser entrenados en un mundo autoritario, para someternos y actuar obedientemente (ser “civilizados”).
Mariana Searle, (Abril, 2014).
Las personas ansiosas, postergan la realización de las actividades, para las cuales se creen sin capacidad. Es común en nuestro medio habitual, observar que muchas personas dejan las cosas para última hora. Conocido es el caso del estudio académico y de la realización de actividades supuestamente planificadas con anticipación: nos ponemos de acuerdo con otros, o nos comprometemos a entregar, o devolver algo, sin embargo, típicamente lo dejamos para, literalmente la última hora. La concreción de la tarea, queda en una especie de limbo indefinido de nuestro “espacio mental”, para el cual no se calcula qué necesidad de inversión de tiempo requiere. Y aunque es infrecuente, algunas veces, la persona postergadora ansiosa, suele tener “golpes suerte” en los que le fue bien con una improvisación de último minuto, por lo que este “éxito” lo asume como una forma adecuada de resolver los deberes o compromisos futuros.
La postergación en cada persona, ocurre habitualmente, en diversos grados, es decir, existe un máximo y un mínimo de plazo con el cual se posterga, sin embargo en los casos más extremos, estas personas realizan casi siempre las actividades justo en la fecha de vencimiento de plazos o de entrega. En las personas postergadoras extremas, existe una especie creencia subliminal de fatalidad, o percepción de imposibilidad de organizar su tiempo con tiempo, valga la redundancia, y ejecutar una tarea o actividad en forma organizada y planificada. Simplemente es casi tabú para él/ella, terminar antes de los plazos y disfrutar el resto de su tiempo libre, con la satisfacción de la “tarea cumplida”. La persona postergadora, al dejar para última hora, se encadena sin saber, en un aprendizaje fatalista con respecto a su auto-eficacia y perpetúa una autoimagen disminuida de si misma. A última hora, los resultados son mediocres, y aunque y el/ella inconscientemente lo sabe, en una especie de sino eterno, continuará realizando automáticamente las cosas de esa manera y comenzará a tener bajas expectativas de sus capacidades.
La persona postergadora, habitualmente completa lo pedido, sin embargo, en su percepción interna, piensa que todo anda bien, aunque de vez en cuando se cuestiona el porqué no le resultan tan bien las cosas. De esta forma, no tiene real conciencia del mecanismo en que está involucrado/a y no alcanza a darse cuenta de que en realidad en algunos puntos importantes para el éxito de sus acciones, está fallando. Así, no utiliza todos los recursos que tiene a la mano en forma óptima, para hacer la tarea dentro de estándares aceptables, o de adecuada excelencia, de modo que termina cumpliendo, aunque sea con bajos estándares de calidad y generalmente, con bajo nivel de éxito. En general, todas las personas postergamos asuntos para los cuales, nos creemos incapaces, o sentimos algún grado de inseguridad para su realización. En cierta forma, la persona postergadora quiere avanzar, sin embargo no sabe que su forma de hacer las cosas es inefectiva. Habitualmente se le llama flojo/a, a la persona que posterga. Lo importante, es entender que es un mecanismo psicológico determinante en la realización de nuestros proyectos. Es posible identificar las formas en que cada uno posterga, especialmente en los asuntos que limitan nuestro avance personal en las metas y sueños deseados. Se puede descubrir las causas de la postergación, aprender estrategias para revertirla, y continuar más activos y satisfechos con nuestro trazado de vida.
Todas las personas tenemos distintos grados de ansiedad, dependiendo de las herramientas cognitivas que hayamos podido desarrollar a través de la experiencia, para manejarla. no sabe o no puede leer sus emociones en el momento en el que están sucediendo, pueden estar opacadas o cubiertas por el miedo. Si alguien la maltrata, no puede responder a la rabia, porque no la ve en el momento. La rabia no puede ser leída en el preciso instante, para poder defenderse. Sigue callando el abuso. Reacciona tarde, y se lo guarda. Por eso acumula auto-depreciación, la rabia que le dice: tonta y no hiciste nada para salvarte. Eres muy re tonta. Le pasa a muchísimas personas. La rabia es la reacción instintiva de defensa, para preservar el ser de desaparecer. Tiene toda su razón de ser. La cultura totalitaria, obliga a callar, para poder dominar. Todos hemos intentado de ser entrenados en un mundo autoritario, para someternos y actuar obedientemente (ser “civilizados”).
Mariana Searle, (Abril, 2014).
Bases Psicológicas de la Ansiedad
La ansiedad se encuentra estrechamente ligada al pensamiento ó cognición. Las personas estamos en un proceso de constante aprendizaje, el que se genera además a través todo el cuerpo, la mente y los sentidos. Se ha estudiado que la ansiedad tiene un componente hereditario, en el cual las personas heredamos el potencial para desarrollar mayores o menores niveles de ansiedad, dependiendo de las experiencias de vida que tengamos. En este sentido, muchas personas sufren de ansiedad desde que eran pequeños/as y simplemente aprendieron sin tener oportunidad de cuestionarse, que esa era “su forma” de ver el mundo y la vida. Muchas de estas personas, sufren desde chicas, lo que se transforma cuando mayores por ejemplo en ansiedad social.
ese impide ver la realidad tal como es más que al resto de las personas. Todos tenemos distorsiones cognitivas (errores en la forma de apreciar la realidad); sin embargo la ansiedad nos impide vernos a nosotros mismos y a la realidad tal como es de una forma severa, porque la persona con ansiedad sufre de todas las formas de distorsiones cognitivas. De esta manera, se ve distorsionadamente a sí misma, a los demás y a la realidad:
1. Yo soy una basura: Soy poca cosa, inferior, débil, fallado/a, desgraciado/a, indeseable, tonto/a.
2. Todos los otros son mejores que yo: superiores, mejores, capaces, inteligentes, fuertes, nobles, etc.
3. El mundo es peligroso, cruel, vengativo, fatal: Los accidentes, la muerte, la desdicha, la fatalidad, te pueden suceder SIEMPRE a ti.
La ansiedad se encuentra estrechamente ligada al pensamiento ó cognición. Las personas estamos en un proceso de constante aprendizaje, el que se genera además a través todo el cuerpo, la mente y los sentidos. Se ha estudiado que la ansiedad tiene un componente hereditario, en el cual las personas heredamos el potencial para desarrollar mayores o menores niveles de ansiedad, dependiendo de las experiencias de vida que tengamos. En este sentido, muchas personas sufren de ansiedad desde que eran pequeños/as y simplemente aprendieron sin tener oportunidad de cuestionarse, que esa era “su forma” de ver el mundo y la vida. Muchas de estas personas, sufren desde chicas, lo que se transforma cuando mayores por ejemplo en ansiedad social.
ese impide ver la realidad tal como es más que al resto de las personas. Todos tenemos distorsiones cognitivas (errores en la forma de apreciar la realidad); sin embargo la ansiedad nos impide vernos a nosotros mismos y a la realidad tal como es de una forma severa, porque la persona con ansiedad sufre de todas las formas de distorsiones cognitivas. De esta manera, se ve distorsionadamente a sí misma, a los demás y a la realidad:
1. Yo soy una basura: Soy poca cosa, inferior, débil, fallado/a, desgraciado/a, indeseable, tonto/a.
2. Todos los otros son mejores que yo: superiores, mejores, capaces, inteligentes, fuertes, nobles, etc.
3. El mundo es peligroso, cruel, vengativo, fatal: Los accidentes, la muerte, la desdicha, la fatalidad, te pueden suceder SIEMPRE a ti.
Conciencia de sí mismo y Ansiedad
Un rasgo común en las personas con ansiedad es la capacidad que han desarrollado para auto-observarse y mantener el foco de su atención en sí mismas y en su cuerpo. Se podría decir que se mantienen muy conscientes y alertas a cada pequeño aviso de cambio, también en su entorno. De esta manera, por ejemplo, pueden poner especial atención a síntomas físicos. Existen personas que, luego de una crisis de pánico, quedan especialmente preocupadas de los latidos de su corazón o de la respiración, por ejemplo, de manera que si se les acelera el ritmo cardíaco por actividad física, recrean el temor a que les vuelva a dar una crisis. Por esta razón comenzarán a evitar la actividad física y todo aquello que les pueda acelerar el pulso.
Un rasgo común en las personas con ansiedad es la capacidad que han desarrollado para auto-observarse y mantener el foco de su atención en sí mismas y en su cuerpo. Se podría decir que se mantienen muy conscientes y alertas a cada pequeño aviso de cambio, también en su entorno. De esta manera, por ejemplo, pueden poner especial atención a síntomas físicos. Existen personas que, luego de una crisis de pánico, quedan especialmente preocupadas de los latidos de su corazón o de la respiración, por ejemplo, de manera que si se les acelera el ritmo cardíaco por actividad física, recrean el temor a que les vuelva a dar una crisis. Por esta razón comenzarán a evitar la actividad física y todo aquello que les pueda acelerar el pulso.
Crisis de Ansiedad
Identificarla cuando comienza:
Cuando se advierte la emoción, si ya llega a lo físico es porque la emoción del miedo no fue detectada y se desencadeno la respuesta física. Primero viene el miedo, después la reacción de huida, en la respuesta adaptativa. Primero viene el miedo (que habitualmente no es detectado) y luego viene la ansiedad que es la escalada o instalación del miedo diferido: no es al objeto real, sino a los pensamientos sobre este.
La ansiedad es la intensificación paulatina del miedo con la sucesión de pensamientos de intensidad catastrófica progresiva. La búsqueda de información con resultados nulos, produce una escalada de las imágenes y pensamientos catastróficos hasta llegar a la situación mas temida de todas, o el resultado que se espera. La persona actúa sobre la base de ese convencimiento, de que el hecho fatal temido ha ocurrido en la realidad.
Las conductas de seguridad: es la evitación o conductas ritualistas, que cumplen la función de disminuir la ansiedad por evitación. Se evita el objeto o situación que la gatilla, sin embargo, evitar
Las personas ansiosas necesitan constante aseguración de parte de los demás
Interpretan erróneamente las interacciones de los demás como que los están excluyendo. Temen además ser excluidos y manejan con dificultad las dudas sobre la pertenencia
Son muy poco asertivas, ya que se atemorizan frente a lo que interpretan como figuras de autoridad, por lo que se someten, (la gran geisha), ante la leve demostración de enojo por parte de los demás. No saben responder para poner limites y hacer valer sus posturas. Fácilmente ceden y se someten
Las personas con ansiedad tienden a ver toda posibilidad futura de lo que sea en la forma de un evento catastrófico: un simple dolor corporal puede ser magnificado a proporciones de visible enfermedad fatal.
Frecuentemente se siente inferior a los demás y descarta todo cumplido o halago a sus talentos. Fácilmente se siente contratada con su percibida inferioridad o con los éxitos percibidos en los demás.
Identificarla cuando comienza:
Cuando se advierte la emoción, si ya llega a lo físico es porque la emoción del miedo no fue detectada y se desencadeno la respuesta física. Primero viene el miedo, después la reacción de huida, en la respuesta adaptativa. Primero viene el miedo (que habitualmente no es detectado) y luego viene la ansiedad que es la escalada o instalación del miedo diferido: no es al objeto real, sino a los pensamientos sobre este.
La ansiedad es la intensificación paulatina del miedo con la sucesión de pensamientos de intensidad catastrófica progresiva. La búsqueda de información con resultados nulos, produce una escalada de las imágenes y pensamientos catastróficos hasta llegar a la situación mas temida de todas, o el resultado que se espera. La persona actúa sobre la base de ese convencimiento, de que el hecho fatal temido ha ocurrido en la realidad.
Las conductas de seguridad: es la evitación o conductas ritualistas, que cumplen la función de disminuir la ansiedad por evitación. Se evita el objeto o situación que la gatilla, sin embargo, evitar
Las personas ansiosas necesitan constante aseguración de parte de los demás
Interpretan erróneamente las interacciones de los demás como que los están excluyendo. Temen además ser excluidos y manejan con dificultad las dudas sobre la pertenencia
Son muy poco asertivas, ya que se atemorizan frente a lo que interpretan como figuras de autoridad, por lo que se someten, (la gran geisha), ante la leve demostración de enojo por parte de los demás. No saben responder para poner limites y hacer valer sus posturas. Fácilmente ceden y se someten
Las personas con ansiedad tienden a ver toda posibilidad futura de lo que sea en la forma de un evento catastrófico: un simple dolor corporal puede ser magnificado a proporciones de visible enfermedad fatal.
Frecuentemente se siente inferior a los demás y descarta todo cumplido o halago a sus talentos. Fácilmente se siente contratada con su percibida inferioridad o con los éxitos percibidos en los demás.
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