Bienestar Psicológico
No he tenido aún la experiencia de conocer a personas que quieran que les vaya mal, sin embargo si he conocido a muchísimas personas que haciendo con poca información o dejando de hacer las cosas para que les vaya bien o mejor, se preguntan porqué les va tan mal, y desean que estar mejor resulte de algún golpe de suerte o truco mágico en sus vidas (como por ejemplo el efecto inmediato de un medicamento) ó que el profesional de la salud, realice un acto magistral y de una sola vez, en la consulta. Todos los procesos psicológicos y los cambios tienen su tiempo y su preparación.
Habitualmente, lo que no podemos ver conscientemente, es lo que nos causa gran malestar psicológico y lo que nos hace sufrir en nuestras vidas. Todas las conductas (me refiero a las conductas observables y al pensamiento) que determinan nuestro malestar, habitualmente no las tenemos codificadas como conductas conducentes a la infelicidad y al malestar ó tensión psicológica. Cuando estamos o nos sentimos mal, es muy posiblemente así, porque estamos haciendo inconsciente o a veces conscientemente, todo lo que podemos hacer para estar mal, y nos sumergimos en una espiral negativa, de la cual nos cuesta mucho salir.
Esto mismo se aplica a las relaciones de pareja. Un gran logro de la psicoterapia es enseñar a las personas a identificar los factores que les causan malestar, y a encontrar o diseñar formas de cambiarlos, que sean lo más efectivas posibles, para que puedan seguir con sus vidas, trasladándose hacia niveles de mayor tranquilidad y de auto-eficacia.
El Cambio
A todas las personas nos cuesta cambiar. No es cosa fácil. Una cosa es que nos demos cuenta de que algo no anda bien, o que nos sentimos contrariados por algún evento de nuestra vida, y otra es tomar real conciencia de ello y plantearse un cambio personal. Solemos pensar que el cambio tienen que hacerlo los otros. Gastamos muchísima energía en responsabilizar a los otros de nuestro malestar o dificultad. Gastamos más energía todavía en acumular rencor, resentimiento, indiferencia planificada, y rechazo hacia los demás en señal de nuestro “certero juicio”.
A lo largo de la vida, nos vamos acostumbrando a hacer las cosas de una misma manera, porque de esa forma creemos al menos, por los resultados aparentes, que estamos dando en el clavo. Así, cuando se acumulan los problemas, seguimos haciendo las cosas como siempre las hemos hecho. Por esto mismo, se nos hace difícil pensar en que el cambio personal puede ser una forma de comenzar a resolver nuestras dificultades. Al buscar ese cambio y perseverar, nos encontramos con toda una nueva dimensión antes impensada para nuestra realidad cotidiana. Cuesta imaginar que, si nos preguntamos sobre otra alternativa de respuesta, ésta nos podría ayudar a mejorar u optimizar nuestra situación.
La mayoría de las veces no tenemos idea de cómo cambiar, ó cuándo partir haciendo las cosas en forma distinta. A veces hasta nos sentimos cohibidos imaginando lo que pensarán u opinarán los demás cuando nos vean cambiando. Simplemente optamos por seguir igual, sólo para evitar el pudor que nos causa iniciar una conducta nueva y exponernos a la mirada de los otros. Anímate a preguntar a tus cercanos cómo te ven. Puedes hasta diseñar una pequeña encuesta. Encontrarás más de una pista sobre dónde y cómo comenzar. La retroalimentación de los demás puede traer sorpresas y nuevos aires a tu vida.
¿Cómo puedo reconciliarme con la vida ?
Aprendiendo a:
1. Identificar y curar las heridas emocionales
2. Poner mi auto-valoración en un lugar importante
3. Atreverme a hacer las cosas de forma diferente
4. Buscar mirar mi vida y la vida con otros lentes
5. Decir lo que necesito y pienso de una forma clara, directa, sin ofensas
6. Demostrar el amor que siento hacia los que me rodean
7. Tomar decisiones y ponerlas a funcionar o a ejecutar
8. Crear y recibir oportunidades nuevas
9. Recordar mis sueños y acercarme a ellos
10. Creer que estoy en este mundo para vivir en plenitud
Mariana Searle (Julio,2014)
Habitualmente, lo que no podemos ver conscientemente, es lo que nos causa gran malestar psicológico y lo que nos hace sufrir en nuestras vidas. Todas las conductas (me refiero a las conductas observables y al pensamiento) que determinan nuestro malestar, habitualmente no las tenemos codificadas como conductas conducentes a la infelicidad y al malestar ó tensión psicológica. Cuando estamos o nos sentimos mal, es muy posiblemente así, porque estamos haciendo inconsciente o a veces conscientemente, todo lo que podemos hacer para estar mal, y nos sumergimos en una espiral negativa, de la cual nos cuesta mucho salir.
Esto mismo se aplica a las relaciones de pareja. Un gran logro de la psicoterapia es enseñar a las personas a identificar los factores que les causan malestar, y a encontrar o diseñar formas de cambiarlos, que sean lo más efectivas posibles, para que puedan seguir con sus vidas, trasladándose hacia niveles de mayor tranquilidad y de auto-eficacia.
El Cambio
A todas las personas nos cuesta cambiar. No es cosa fácil. Una cosa es que nos demos cuenta de que algo no anda bien, o que nos sentimos contrariados por algún evento de nuestra vida, y otra es tomar real conciencia de ello y plantearse un cambio personal. Solemos pensar que el cambio tienen que hacerlo los otros. Gastamos muchísima energía en responsabilizar a los otros de nuestro malestar o dificultad. Gastamos más energía todavía en acumular rencor, resentimiento, indiferencia planificada, y rechazo hacia los demás en señal de nuestro “certero juicio”.
A lo largo de la vida, nos vamos acostumbrando a hacer las cosas de una misma manera, porque de esa forma creemos al menos, por los resultados aparentes, que estamos dando en el clavo. Así, cuando se acumulan los problemas, seguimos haciendo las cosas como siempre las hemos hecho. Por esto mismo, se nos hace difícil pensar en que el cambio personal puede ser una forma de comenzar a resolver nuestras dificultades. Al buscar ese cambio y perseverar, nos encontramos con toda una nueva dimensión antes impensada para nuestra realidad cotidiana. Cuesta imaginar que, si nos preguntamos sobre otra alternativa de respuesta, ésta nos podría ayudar a mejorar u optimizar nuestra situación.
La mayoría de las veces no tenemos idea de cómo cambiar, ó cuándo partir haciendo las cosas en forma distinta. A veces hasta nos sentimos cohibidos imaginando lo que pensarán u opinarán los demás cuando nos vean cambiando. Simplemente optamos por seguir igual, sólo para evitar el pudor que nos causa iniciar una conducta nueva y exponernos a la mirada de los otros. Anímate a preguntar a tus cercanos cómo te ven. Puedes hasta diseñar una pequeña encuesta. Encontrarás más de una pista sobre dónde y cómo comenzar. La retroalimentación de los demás puede traer sorpresas y nuevos aires a tu vida.
¿Cómo puedo reconciliarme con la vida ?
Aprendiendo a:
1. Identificar y curar las heridas emocionales
2. Poner mi auto-valoración en un lugar importante
3. Atreverme a hacer las cosas de forma diferente
4. Buscar mirar mi vida y la vida con otros lentes
5. Decir lo que necesito y pienso de una forma clara, directa, sin ofensas
6. Demostrar el amor que siento hacia los que me rodean
7. Tomar decisiones y ponerlas a funcionar o a ejecutar
8. Crear y recibir oportunidades nuevas
9. Recordar mis sueños y acercarme a ellos
10. Creer que estoy en este mundo para vivir en plenitud
Mariana Searle (Julio,2014)